miércoles, 25 de julio de 2012

Mentira nacionalista

Hoy, miércoles 25 de julio de 2012, hemos asistido a la aprobación en el Parlamento de Cataluña de la petición al Gobierno central del denominado "Pacto Fiscal". Ha sido aprobada con la negativa de los populares y la abstención de unos socialistas que discrepaban en algunos aspectos.

La exigencia de los nacionalistas catalanes es la creación de una Agencia Tributaria propia de Cataluña, en la que se gestionarían ellos mismos sus tributos. Hoy en día las Comunidades Autónomas de País Vasco y Navarra cuentan con este sistema, cediendo al Estado una parte de lo obtenido. La justificación que ha presentado el Presidente de la Generalitat ha sido clara: Cataluña aporta más de lo que recibe. En su intervención ha llegado a asegurar que la región tendría déficit cero y habría dinero suficiente para no realizar los actuales recortes si Cataluña se gestionase a si misma sus tributos, cediendo "solidariamente" aquellos que considere oportunos al resto de España.

¡Cuán lejos de la realidad se encuentran los nacionalistas!

El gran problema que tiene la Administración regional de Cataluña ha sido el despilfarro que han llevado a cabo y llevan a cabo sus dirigentes. Antes el tripartito, ahora CIU. En vez de apostar por el futuro de la región, por seguir con la tradición emprendedora que ha caracterizado históricamente a Cataluña, han apostado por apoyar propuestas nacidas del sinsentido cuyo único objetivo ha sido apostar por la diferenciación con el resto de España. Televisiones autonómicas sobran, "embajadas" de Cataluña por medio mundo sobran (hasta en Madrid hay una), ayudas a determinados grupos nacionalistas o independentistas sobran, etc. Consecuentemente, el actual ejecutivo de Artur Mas (CIU) el cual en vez de recortar en estos gastos innecesarios ha recortado en los derechos de los ciudadanos. Han preferido recortar a los ciudadanos que a todas las políticas destinadas a la creación de la denominada "nación". Y ahora, el actual gobierno de Cataluña se encuentra con el desencanto de la población. Lógico. Y en aras de la responsabilidad, la coherencia y la autocrítica, el Gobierno de Artur Mas (CIU) ha apostado por llamar tontos a los catalanes. La culpa no es nuestra por gestionar mal nuestros recursos. La culpa es que somos muy solidarios. 

Estaría faltando a la verdad si dijese que Cataluña no es una de las regiones dinámicas de España. Y como consecuencia, es una de las que aporta más al conjunto de la Administración Central. Luego el Gobierno central distribuye la riqueza para intentar paliar las desigualdades entre regiones, ayudando a las atrasadas a prosperar.

Sin embargo, ni Cataluña es la región más prospera ni la más rica de España. Esa es la gran mentira de los nacionalistas. Hoy en día, Madrid es la gran locomotora de España. No lo digo yo, lo dicen los datos. Voy a aportar unos cuantos datos que servirán para aclarar al lector:
-Madrid es la Comunidad Autónoma que más aporta al PIB español en su conjunto. Madrid es la Comunidad Autónoma con más universitarios, la que más invierte en I+D, la más conectada a Internet, la preferida por las grandes empresas españolas e internacionales para establecer su sede central, la región que más inversión extranjera capta para España y hasta una de las que mejores resultados obtiene en los informes PISA que miden la calidad de la educación. Pero no sólo esto. En 2007, más o menos cuando se empezaban a agitar los nacionalistas, Madrid era la Comunidad (y sigue siendo) que más aporta al conjunto de España, al Gobierno central. Madrid aportaba 12.300 millones de euros más de lo que recibía, mientras Cataluña aportaba 6.934 millones más de lo que recibía. Los datos parecen claros. Pero todavía hay más. Los nacionalistas se quejan de que el Gobierno Central de España no invierte en Cataluña. Pues bien, entre 2006 y 2009 la inversión del Gobierno Central en Madrid cayó un 11,6% mientras que en Cataluña subió más de un 50%. Así en 2009 el Gobierno de España se gastó 629 euros por cada catalán y 394 euros por cada madrileño. Hoy en día, ante el ajuste presupuestario en todas las regiones la inversión media por ciudadano ha bajado, aunque sigue siendo proporcional.

Los datos son desoladores para los madrileños. Podrían crear su propio Estado, vivir mejor que ahora y al resto se nos caería el pelo, pues Madrid está manteniendo al conjunto de España por así decirlo. Pero nadie en Madrid se queja. Lo que para unos es un compromiso con el desarrollo de España, para otros quiere decir "España nos roba". 

No obstante, en el fondo de la cuestión las cifras y el dinero no son más que una mera escusa. Los nacionalistas periféricos y disgregadores no creen en España, no se sienten españoles. Por tanto, no se sienten comprometidos con el resto del país y lo que es una ayuda para fomentar el desarrollo de otras regiones, significa para ellos un robo. Así pues, el problema no es quien aporta más al conjunto de España (Madrid y no Cataluña). El problema es que no creen en nuestro proyecto, no creen en España. Y es por ésto que no les importa romper con la igualdad entre los ciudadanos. Critico este propuesta de  los nacionalistas catalanes como el sistema que tienen País Vasco y Navarra, pues no sólo es insolidario, es injusto. Si vivimos bajo un mismo Estado, todos los ciudadanos debemos ser iguales.

Sin embargo, yo confío en Cataluña y en los catalanes. Confío en el sentido común, pues ni mucho menos todos los catalanes son esos personajes irritantes que sacan por la televisión. Estoy convencido de que no se dejarán llevar por esta propaganda electoralista difundida por ineficaces políticos. 

No a los recortes en derechos de los ciudadanos.

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