España culminó su pase a semifinales con una gran actuación ante
una Francia, de la que se esperaba más. Nunca la selección española
había conseguido derrotar a Francia en la fase final de un campeonato
hasta el día de ayer, donde España desplegó un gran juego, con un hombre
como especial protagonista: Xabi Alonso.
No es novedad la rivalidad existente entre España y nuestros "adorables" vecinos franceses, sin embargo el duelo de ayer se esperaba con una mayor expectación que otros enfrentamientos anteriores, debido a los ya conocidos guiñoles franceses, en un medio de comunicación acusaban de dopaje al deporte español. Todos estos ataques, lejos de amedrentarnos, nos motivaron y la escuadra española, se mostró cerca de su mejor versión.
Ayer se vio una cara de España que no se había visto desde hace mucho. España ejerció un juego combinativo y de posesión, todo esto contra una selección potente que se presentaba en el europeo como un equipo renovado y candidato al título. Los de Blanc, habían desplegado un juego ofensivo durante la fase de grupos, que encontraba a sus máximos exponentes entre Ribery, Benzema y Nasri. Pero ante España, Francia no fue más que un juguete en manos de nuestros locos bajitos. Condicionados en parte por el planteamiento de Blanc, quien conocedor de la amenaza que supone el juego ofensivo español, decidió dar salida de el 11 inicial a Nasri, para configurar un tribote defensivo, Francia apenas constó de presencia en ataque.
El partido fue un partido tranquilo, en el que España tuvo el control en todo momento. La primera parte se desenrolló principalmente en el centro del campo. Durante los primeros minutos se produjo un penalty no pitado sobre Fábregas, quien es empujado dentro de el área al intentar coger un pase sensacional de Iniesta (siempre activo). El gol, tendría que esperar al minuto 20, cuando otra vez Iniesta, le pone un pase en profundidad a Jordi Alba, quien se va en velocidad de su defensor, y centra al segundo palo, donde aparece Xabi Alonso libre de marca, quien en su partido 100 vistiendo la roja, remata de cabeza, cogiendo a Lloris a contra pie, quien no pudo hacer nada. La ocasión más clara de Francia, fue un chut de falta, que Casillas pudo solventar sin problemas.
En la segunda mitad, Francia salió buscando el empate, pero sin recompensa. Tras el arreón inicial francés, España consiguió tranquilizar el partido, utilizando su mayor arma: El toque. Con paciencia, España se acercaba a la portería rival. Entre tanto, Del Bosque dio entrada a Torres y Pedro. El canario supuso una revolución en el ataque Español, volviendo loca a la defensa francesa que acabaría cometiendo penalty sobre el en el minuto 90, que sería transformado por Alonso para confirmar el pase a "semis". Torres sin embargo, supone una decepción tras otra. El crédito que le otorgó su buena actuación frente a Irlanda ya se ha desvanecido y la afición española pide al unisono otra alternativa al delantero del equipo londinense.
Tras esta victoria, España sube un escalón más en su camino al título. En semifinales espera Portugal, con Ronaldo como estrella, y con ganas de venganza tras la derrota en el mundial. Si superamos este obstáculo, probablemente nos espere Alemania en la final, un equipo temible, que muchos dan por favorito.
No es novedad la rivalidad existente entre España y nuestros "adorables" vecinos franceses, sin embargo el duelo de ayer se esperaba con una mayor expectación que otros enfrentamientos anteriores, debido a los ya conocidos guiñoles franceses, en un medio de comunicación acusaban de dopaje al deporte español. Todos estos ataques, lejos de amedrentarnos, nos motivaron y la escuadra española, se mostró cerca de su mejor versión.
Ayer se vio una cara de España que no se había visto desde hace mucho. España ejerció un juego combinativo y de posesión, todo esto contra una selección potente que se presentaba en el europeo como un equipo renovado y candidato al título. Los de Blanc, habían desplegado un juego ofensivo durante la fase de grupos, que encontraba a sus máximos exponentes entre Ribery, Benzema y Nasri. Pero ante España, Francia no fue más que un juguete en manos de nuestros locos bajitos. Condicionados en parte por el planteamiento de Blanc, quien conocedor de la amenaza que supone el juego ofensivo español, decidió dar salida de el 11 inicial a Nasri, para configurar un tribote defensivo, Francia apenas constó de presencia en ataque.
El partido fue un partido tranquilo, en el que España tuvo el control en todo momento. La primera parte se desenrolló principalmente en el centro del campo. Durante los primeros minutos se produjo un penalty no pitado sobre Fábregas, quien es empujado dentro de el área al intentar coger un pase sensacional de Iniesta (siempre activo). El gol, tendría que esperar al minuto 20, cuando otra vez Iniesta, le pone un pase en profundidad a Jordi Alba, quien se va en velocidad de su defensor, y centra al segundo palo, donde aparece Xabi Alonso libre de marca, quien en su partido 100 vistiendo la roja, remata de cabeza, cogiendo a Lloris a contra pie, quien no pudo hacer nada. La ocasión más clara de Francia, fue un chut de falta, que Casillas pudo solventar sin problemas.
En la segunda mitad, Francia salió buscando el empate, pero sin recompensa. Tras el arreón inicial francés, España consiguió tranquilizar el partido, utilizando su mayor arma: El toque. Con paciencia, España se acercaba a la portería rival. Entre tanto, Del Bosque dio entrada a Torres y Pedro. El canario supuso una revolución en el ataque Español, volviendo loca a la defensa francesa que acabaría cometiendo penalty sobre el en el minuto 90, que sería transformado por Alonso para confirmar el pase a "semis". Torres sin embargo, supone una decepción tras otra. El crédito que le otorgó su buena actuación frente a Irlanda ya se ha desvanecido y la afición española pide al unisono otra alternativa al delantero del equipo londinense.
Tras esta victoria, España sube un escalón más en su camino al título. En semifinales espera Portugal, con Ronaldo como estrella, y con ganas de venganza tras la derrota en el mundial. Si superamos este obstáculo, probablemente nos espere Alemania en la final, un equipo temible, que muchos dan por favorito.
Por: Iván Mejía Lugilde
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